Dulces típicos mexicanos

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Así como la variedad y riqueza de la comida mexicana es reconocida alrededor del mundo, también lo son los dulces típicos mexicanos. En México hay una infinidad de dulces, todos ellos de diferentes sabores y colores y con una gran tradición que los hace únicos y especiales.

Las culturas prehispánicas los preparaban desde tiempos muy remotos; solían mezclar frutas, miel y algunas semillas, pero con la llegada de los españoles a México las recetas se modificaron hasta crear las formas y sabores que permanecen en la actualidad. Los conventos fueron pioneros en la invención de muchos de los dulces que se conocen hoy en día, pues las monjas combinaron las costumbres culinarias europeas e indígenas y gracias al cultivo de frutas tropicales, se preparaban postres deliciosos con el jugo y azúcar de éstas.

Cada estado de México tiene por lo menos un dulce típico que regalarle a los viajeros, como las cajetas de Celaya, los ates de Morelia, los camotes de Puebla, los mazapanes de Veracruz, las cocadas de Jalisco, los pellizcos de Colima, las charamuscas de Querétaro y Guanajuato y las trompadas de Morelos.

En las ferias populares se pueden encontrar sin dificultad los largos puestos llenos de estas delicias mexicanas. El sólo recordar el gusto de los borrachitos, las alegrías, palanquetas o los dulces de leche, hace que la boca se nos derrita. Los dulces típicos son una deliciosa tradición para México, forman parte de su cultura y es parte de sus costumbres amadas y respetadas por todo el mundo.